SERGIO MAFLA x 30 & Suelta:
HERITAGE ARCH MATTER, HYPNOS Y LA ARQUITECTURA DE LA LIBERACIÓN.
Febrero 2025 I Sergio Mafla
El sueño no es meramente la ausencia de vigilia, sino un tránsito neurocognitivo donde la percepción se reconfigura. Hypnos, asistente de Hades, operaba como un agente de transformación sensorial, un estado liminal entre la resistencia y la entrega. Su manifestación no solo aliviaba la fatiga, sino que instauraba una dimensión alterna donde el umbral entre la materia y la psique se tornaba difuso.
La arquitectura, en su esencia más profunda, debería replicar esta capacidad de adaptación. No se limita a la organización de elementos materiales, sino que constituye un sistema de relaciones que modula la experiencia fenomenológica del habitante. En su dimensión más elevada, la arquitectura no solo condiciona la interacción con el entorno, sino que actúa como una mediadora entre la percepción y la conciencia, estableciendo estructuras que no solo enmarcan la existencia, sino que la dirigen.
Sin embargo, cuando los espacios se presentan como entidades inmutables, su rigidez impone condiciones que el cuerpo debe negociar constantemente. La resistencia arquitectónica, entendida no solo como una propiedad estructural sino como un factor perceptual, configura la forma en que el individuo se vincula con el entorno, imponiendo patrones de movimiento, hábitos y umbrales de accesibilidad que, en lugar de amplificar la experiencia, la restringen. Es en este punto donde la arquitectura deja de ser un mero ejercicio de composición espacial y se transforma en una herramienta activa de modelado perceptual, un catalizador de estados cognitivos que puede tanto liberar como constreñir.
30 & Suelta emerge desde esta premisa, no como una corrección de los defectos del diseño convencional, sino como una exploración de sistemas espaciales dinámicos que reformulan la relación entre cuerpo, cognición y espacio. La arquitectura, en su máxima expresión, no se limita a proporcionar refugio, sino que estructura la manera en que se internalizan las experiencias. Así como la memoria se nutre de estímulos sensoriales, el diseño debe concebirse como un dispositivo que inscriba en la psique del habitante una cartografía emocional y perceptiva que trascienda la materialidad inmediata.
No es un ejercicio de nostalgia, sino una acción proyectual consciente. Se trata de materializar lo que debió existir, de concebir entornos que no solo articulen el habitar, sino que expandan el campo de posibilidades humanas a través de una arquitectura neuroperceptiva. 30 & Suelta es un estudio de umbrales, de interacciones sutiles, de estructuras que no limitan, sino que desencadenan posibilidades emergentes. Es un manifiesto espacial donde la forma no solo alberga, sino que instruye; donde el espacio no solo debe ser habitado, sino comprendido y experimentado como una extensión de la propia conciencia.
Porque siempre hay una forma. Porque el espacio no solo debe habitarse—debe experimentarse, debe ser consuelo.

1.1. Fenomenología del Color y Cognición Espacial
“El espacio no es solo un contenedor, sino una extensión del cuerpo y su percepción”, plantea 30 & Suelta en esta exploración de los umbrales entre el agotamiento y el alivio. La arquitectura cromática, lejos de ser una mera intervención estética, opera como un regulador neuro perceptual que incide en la sinestesia y la configuración de respuestas emocionales y fisiológicas. En este contexto, el color es un agente estructural, un catalizador que interactúa con los procesos de adaptación ambiental y neuroplasticidad.
1.2. HERITAGE ARCH MATTER & 30 & SUELTA: MEMORIA, PATRIMONIO Y ESPACIALIDAD TRANSGENERACIONAL
El concepto de patrimonio arquitectónico, lejos de remitirse únicamente a la conservación del pasado, debe ser entendido como la transposición material de un acervo inmaterial: la memoria, la identidad y la transmisión de significados en el tiempo. La arquitectura se convierte así en el vehículo a través del cual las ideas, emociones y relatos se perpetúan, transformándose en marcos habitables que, a su vez, configurarán nuevas experiencias perceptuales en el futuro.
El ejercicio arquitectónico profesional, entonces, no solo responde a necesidades funcionales o formales, sino que se erige como un proceso de síntesis cognitiva entre la historia, la psique y el espacio. La capacidad de un arquitecto para interpretar la abstracción de un legado emocional y proyectarlo en materia construida define el verdadero alcance del patrimonio, trascendiendo la mera materialidad para inscribirse en el ámbito de la fenomenología del habitar.
1.2.1. Arquitectura y Patrimonio: Entre la Permanencia y la Mutabilidad
Siguiendo la visión de Riken Yamamoto, Premio Pritzker 2024, la arquitectura debe entenderse como un sistema de relaciones sociales y espaciales en constante evolución. Su obra enfatiza la necesidad de crear estructuras que no solo sean habitables, sino que propicien una dialéctica continua entre el usuario y el entorno. En este sentido, el patrimonio arquitectónico no es un vestigio estático, sino una entidad viva que se resignifica en cada uso, en cada percepción, en cada acto de habitar.
Cuando una familia encarga la materialización de su espacio, no solo deposita en él expectativas funcionales, sino una construcción simbólica de su identidad. El arquitecto, en este proceso, actúa como un mediador entre la memoria proyectada y el espacio posible, generando estructuras que no solo reflejan una condición presente, sino que anticipan la permanencia de una narrativa familiar en el tiempo.

1.2.2. Arquitectura de la Decisión Consciente: Del Concepto a la Experiencia Sensible
El proceso de toma de decisiones en arquitectura no puede desligarse de la neurociencia y la percepción sensorial. La estructuración de un espacio debe considerar no solo su coherencia técnica y material, sino su impacto en la experiencia del usuario. La espacialidad no es una condición objetiva e inmutable, sino un fenómeno condicionado por variables neuro perceptivas que determinan la forma en que un individuo interpreta su entorno.
La arquitectura contemporánea, en su estado más avanzado, se enfoca en la capacidad de los espacios para modular la psique y el comportamiento. En este sentido, 30 & Suelta plantea la necesidad de diseñar con una consciencia ampliada, donde la materialización espacial no sea un ejercicio de imposición formal, sino una estrategia de interacción perceptual y simbólica. Así, la arquitectura deja de ser un mero escenario para convertirse en un agente activo en la construcción de la memoria y la identidad del usuario.
La arquitectura, cuando es concebida como un sistema interdependiente de memoria, percepción y adaptabilidad, trasciende su condición de objeto para convertirse en un mecanismo de liberación sensorial y cognitiva. 30 & Suelta se inscribe en esta línea de pensamiento, entendiendo que el diseño no solo moldea el espacio, sino que reconfigura la manera en que los cuerpos habitan, sienten y recuerdan.
Porque la arquitectura no es simplemente un contenedor de vida, sino el sustrato donde la experiencia humana se inscribe y se proyecta hacia lo infinito.
